Junio, 2022
La falsificación y piratería de productos es una problemática creciente que merece mucha importancia hoy en día, pues las cifras a nivel mundial son realmente alarmantes. Según el reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) del año 2019 titulado “Comercio Ilícito: Tendencias en el Comercio de Mercadería Pirata” del 2016 al 2019 la comercialización de productos falsificados representó el 3.3% del comercio mundial, lo que quiere decir que el comercio ilegal representa alrededor de 500 billones de dólares por año.
Un caso mundial que marcó el año 2021 en materia de falsificación, ocurrió entre enero y octubre en Francia, cuando el gobierno logró incautar 23,000 paquetes de tabaco falsificado y encarcelar a 12 miembros de un grupo de falsificadores responsables de importar alrededor de 5.5 millones de cigarrillos anualmente a Montargis en el centro del país. El juicio reveló que el grupo habría generado más de 350,000 euros en utilidades y que la gravedad de las actuaciones se desprendía del grave daño que la baja calidad de los tabacos podría generarle al consumidor en el mediano plazo, por el cual fueron multados con aproximadamente 4 millones de euros .
El Ecuador no es una excepción a esta realidad, pues, por ejemplo, según las cifras oficiales del informe del índice del entorno global del comercio ilícito, cuyo propósito es medir las accionen e iniciativas que implementan los países para combatir el comercio ilícito, así como también su eficiencia, el Ecuador ocupa el puesto 60 de 84 países . Este alarmante dato se puede atribuir a la deficiencia normativa existente previo a la promulgación de la reciente Ley que Reforma Diversos Cuerpos Legales para reforzar la Prevención y el Combate al Comercio Ilícito, Fortalecer la Industria Nacional y Fomentar el Comercio Electrónico , durante la cual el Ecuador tuvo aproximadamente 5 años, para libremente inundar sus canales de comercio con producto falsificado y pirata.
Por: Ángeles Puente y Angelina Galletti